Arthur, el controlador que Barça necesita

Arthur Henrique Ramos de Oliveira Melo. Este niño, de 21 años, fue el líder del centrocampista gremista en 2017. El controlador, Arthur fue responsable de desarmar, iniciar jugadas, dictar el ritmo del equipo y, jugando más adelante, dar pases precisos a sus compañeros. Al recibir la pelota, Arthur parece somnoliento, un “falso lento.” Con el balón en los pies, está siempre con la cabeza erguida y, antes de recibir la pelota, hace una lectura de cuáles son sus opciones para poder distribuir el juego.

Cuando sea necesario, arranca muy bien verticalmente, utilizando su explosión y capacidad de proteger la bola con el cuerpo, a pesar de los sólo 62kg. El goiano de 21 años tiene el ‘feeling’; del momento que es necesario girar el balón en busca de un compañero mejor posicionado y la hora de verticalizar, teniendo como arma un pase rompedor de líneas muy bueno – que es hasta raro en Brasil. Se destaca la madurez que posee.

Por regla general, el mediocampista tiende a tardar más en madurar en las cuatro líneas, porque tienen más funciones que ejercer que, por ejemplo, un atacante, que suele mejorarse con más facilidad. La gran dificultad de quien juega en esta función es la toma de decisión, que, en los jóvenes, suele ser defectuosa al inicio de su carrera. Eso Arthur tiene que sobra y todavía tiene potencial de evolución enorme en ese y otros aspectos. Tal vez pueda caminar más en el área, llegar más adelante, llegar a ser aún más completo.

Créditos: FootStats

En 50 partidos en el año 2017, distribuyó 2961 pases (teniendo 95% de aprovechamiento), además de 113 desarmes (en el que acertó 98) y 54 lanzamientos (siendo 30 correctos). En traducción futbolística, Arthur consigue destruir jugadas y armar el juego detrás. Es difícil, quizás imposible, no compararlo con un gran nombre del fútbol mundial, Xavi Hernández. La capacidad de armazón procedente de atrás, la forma en que “esconde la pelota” usando giros largos que aclaran la jugada y la aptitud de,
con pases cortos, dejar al compañero en buenas condiciones de fluir el juego fomentan esa comparación.

Ambos ganan por la bola. Para ellos, no vale “atacar por atacar,” tiene que haber buena posibilidad de fluidez del
juego. Es lo que el controlador hace: elige cuando y cómo su equipo va al ataque. Si es necesario, cambia 20 pases
hasta que haya sido suficiente para desorganizar la marcación y abrir el camino para que tu equipo atacar.

Arthur Melo no es el Xavi. Y no será. Pero la mayor certeza que podemos tener es que dispone de un potencial gigantesco que ofrecer a cualquier club. Para que se acerque al craque español, el gremista todavía necesita evolucionar su pase de infiltración, llenar más las entre líneas y otros requisitos. Sin embargo, muestra capacidad de alcanzar tales potencias. Y en el caso de Barcelona, ​​Arthur ya es una realidad que muestra valer una gran inversión. Quien llevará, hará un excelente negocio.

En años, será el triple como mínimo. Renato Gaúcho había dicho y puedo confirmar: Arthur Melo es, de hecho, la gallina de los huevos de oro, no sólo del equipo gaúcho, también como del fútbol brasileño.

Photo: NELSON ALMEIDA/AFP/Getty Images

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