El doble cinco y muchas cosas más
“Dime con que mediocentro juegas y te diré que equipo eres”
Argentina se enfrentó a Islandia en un partido que dejó muchas dudas, tanto defensiva como ofensivamente, en las pocas veces que se les atacó su repliegue fue malo, su portero titular es suplente en su equipo, Franco Armani está en un mejor estado de forma que Willy Caballero. Nicolás Otamendi debería ejercer de líder de la zaga, poner en práctica todo lo aprendido con Guardiola, que no fue poco. Pero su pareja central es Marcos Rojo que en total jugó solo doce partidos en toda la temporada, en los torneos cortos como los mundiales los futbolistas necesitan estar al cien y acumular recorrido físico para llegar en plenitud a la cita mundialista.
En el mediocampo se posiciona un doble cinco, en este caso es Lucas Biglia y Javier Mascherano una figura que le quita espacio y/o lugar a un mediocentro único, con esto Jorge Sampaoli apuesta por un supuesto equilibrio, que nunca tuvo la albiceleste, se redujo el juego posicional a su máxima expresión, tener el balón nunca fue un problema, sino que hacer con el, como salir de la presión, donde y cuando buscar un rondo, crear superioridades por los costados. Biglia y Mascherano nunca se complementaron, no hubo interacciones entre ellos que produjeran situaciones positivas a lo largo del juego.
Ángel Di María estuvo desconectado casi todo el tiempo, no hizo en el campo lo que está llamado a hacer; ganar la línea de fondo y desestabilizar al rival. Claro está que los jugadores por los costados dependen de cómo se les active y se les busque. Pero al no tener solución con el balón el doble cinco argentino, el esférico le llegaba con poca claridad al jugador del Paris Saint Germain. Argentina tuvo un mejor funcionamiento colectivo cuando entró Éver Banega por Biglia y Cristian Pavón por Di María, el sevillista activó al jugador de Boca Juniors para que ganará la línea de fondo y buscará encarar de cara al arco.
Los buenos jugadores potencian a sus pares, en un contexto favorable rinden mejor, Lionel Messi necesita que se le rodee de buenos jugadores, para que su rendimiento sea superior. Es muy poco entendible como Sampaoli teniendo a Paulo Dybala en el banco de suplentes, no lo hace entrar al campo, como no logra poner al Kun Agüero en una posición más escorada y colocar a Higuaín desde el inicio en una posición central.
El doble cinco ocasiona efectos arriba, la manera que recibe Messi, las zonas en que recibe y puede llegar a activar. El doble cinco le está quitando equilibrio a quien realmente da el equilibrio, el balón. Y el balón siempre quiere que se le traté bien.
By: Gaspar Vallecillo
Photo: (ALEXANDER NEMENOV/AFP/Getty Images)