El Tottenham de Pochettino igualó a la Juventus de Allegri

“Un entrenador- arquitecto se relaciona con una propuesta identificable de juego, no necesariamente con el éxito” Martí Perarnau

En la zona de construcción del nuevo estadio del Tottenham Hotspur, hay un letrero que lee la leyenda: “La Reconstrucción del Tottenham, arquitecto: M.R. Pochettino.”

Ayer el Tottenham se sobrepuso en Italia a una diferencia de dos goles contra la Juventus, en una gesta de fútbol. Llegar al Juventus Stadium y empatar un partido que iban perdiendo por dos goles desde el minuto diez; significa en este caso que hubo buen fútbol. El Tottenham de Mauricio Pochettino impuso ayer su juego posicional, con variantes implícitas al modelo e ideas formadas en la pizarra del argentino.

¿Cómo controlarse luego de un 0-2 de visita en una eliminatoria de Champions? El Tottenham acudió a sus ejes de juego. Los ejes son estas figuras que se ubican en el centro del campo, para controlar los espacios donde circula y no circula el balón. Son
elementales en transiciones defensivas y ofensivas. Mousa Dembélé, mediocentro posicional, es un eje importantísimo en la construcción del juego de los Spurs. Él retrasaba su posición, atrayendo a rivales, liberando de este modo a sus compañeros para crear una salida sin oposición.

Eric Dier y Christian Eriksen jugaron un rol fundamental para controlar el juego y los espacios que se dieron, realizando superioridades posicionales en zonas del campo para que existiera más movilidad por parte de sus compañeros y circulación del balón. El danés Eriksen es un jugador fuera de serie, que juega para simplificar el fútbol para sus compañeros. A Pjanić y Khedira les costaba controlar los espacios en transiciones defensivas juventinas.

Cuando Dele Alli se ubicaba de mediapunta proyectaba a sus compañeros más profundos, como por ejemplo a Harry Kane en su gol. También interpretaba muy bien las permutas realizadas entre Erik Lamela y Ben Davies, cuando el argentino Lamela iba por fuera le buscaba, cuando iba por dentro lo encontraba para juntarse con él, liberando el costado para el lateral galés. Lamela jugando por la izquierda produjo mucho desconcierto en la zaga juventina, ya que además de tirar diagonales se juntaba mucho por dentro tratando de fijar y liberar a más compañeros.

Todo lo descrito anteriormente es posible gracias en gran medida a los mecanismos que tiene el Tottenham en la salida de balón. Uno de ellos es atraer para soltar. Es una acción que se repite mucho en los spurs no importando quien sean sus mediocampistas de turno. Consiste en que un jugador (en este caso Dembélé) retrase su posición, para juntarse con los defensas en la salida, atrayendo tanto a rivales como a sus compañeros a la espalda de la presión rival. Eriksen y Dier eran los beneficiados, que se mostraban a la espalda de Higuaín y compañía.

La salida de balón y la atracción para liberar ven sus resultados más adelante cuando se comienza a viajar juntos, ese momento cuando el equipo dirigido por Pochettino se vuelve un único bloque, con jugadores en posiciones profundas como Davies y Aurier, cuando los centrales se posicionan en la línea del mitad del campo, cuando hay muchas permutas interiores y se da una organización para una posible presión tras pérdida.

El concepto en el cual se presiona y se orienta al poseedor rival: primero a orientarlo a zonas donde se encuentre en inferioridad numérica defensiva y segundo robar el balón atacando espacios dejados por el rival que se lanzaba al ataque. Es ese momento cuando roba el Tottenham y Alli pone un pase profundo para Kane frente a Buffon. La obra del arquitecto, Mauricio Pochettino.

 

Por: Gaspar Vallecillo

Foto: David Klein/Reuters