La Deformación del Juego de Posición
“Andrés Iniesta es el Juego de Posición,”-Oscar Cano Moreno.
Hoy en el partido entre Rusia contra España fuimos testigos de la deformación del Juego de Posición para asentarse en eso que se hace llamar “Tiki-taka”, lo cual Guardiola odia, porque explica que eso solo es pasarse el balón de un lado a otro lado sin que surjan cosas positivas con el mismo. ¿Pero que cosas buenas pueden suceder teniendo a Iniesta sentado en el banquillo? Muy pocas y con el manchego en el campo la España de Hierro tampoco produjo cosas, porque llegó tarde, ya cuando encontró a todos desubicados, inclusive a Isco, con el quien chocó literalmente en el campo, muy poco volumen de juego, en un partido, donde el orden y el ritmo lo impuso Rusia.
Tener el balón en teoría significa ser ofensivo pero el orden con el mismo es vital, crear una secuencia de al menos pases, para encontrar establecerse en el campo rival y a la vez desordenar al oponente con la circulación. El balón marca el ritmo y los intérpretes del juego se ubican en los espacios libres. España no superaba las líneas de presión rival, dejó de recibir en diferentes alturas, no se reproducían figuras geométricas en el campo (porque esté modelo de juego, tiene que ver mucho con las distancias de relación entre los pares) No produjeron situaciones relevantes con el balón, esas como superioridades posicionales o numéricas, le costó bastante a un mediocampo sin Thiago Alcántara que domina muy bien el juego de posición, su rol en el campo tratando de activar a los pares, respetando a cercanos, medios y lejanos. Koké nunca se sintió cómodo en esté modelo de juego, le sigue costando encontrarse a la par de Busquets que precisa de ordenarse primero con el balón para luego ordenar a sus compañeros.
Isco se movió hasta el cansancio, sin encontrar quien le fuera capaz de ayudar con el balón, la retuvo, buscaba a los lejanos en banda y luego intentaba activar espacios. Todo fue en vano, el intentó ser el eje de una selección perdida en el campo, un equipo que solo tenía a sus centrales viendo de cara al rival, los demás siempre recibían de espaldas, sin encontrar hombres libres por dentro ni mucho menos la creación de un tercer hombre para activar esos espacios profundos, a Silva y Asensio les costó destacar al no poder fijar por dentro, no recibían en condiciones por los costados es más difícil, el Juego de Posición precisa de jugadores a diferentes alturas para que se produzcan triángulos, rondos y una mejor circulación. Todo esto no se dio. Todo lo contrario, España fue una selección que no tuvo espacios teniendo jugadores para fijar en conducción y liberar zonas., porque no los buscó y Rusia no los permitió igualmente, Iago Aspas mereció muchos más minutos en el mundial, siendo él un jugador que interpreta el Juego de Posición como pocos desde su posición y/o rol.
España se ha quedado sin mundial. Renunciando al juego de posición por falta de experiencia de Fernando Hierro y voluntad propia del mismo entrenador al no usar a los que le dieron a está selección la categoría de favorita.
Por: Gaspar Vallecillo
Foto: Reuters